sábado, 23 de mayo de 2009

ESPIRAL

Regresé a casa en la madrugada, cayéndome de sueño. Al entrar, estaba todo oscuro. Para no despertar a nadie, avanzé de puntillas y llegué a la escalera de caracol que conducía a mi cuarto. Apenas puse el pie en el primer escalón. Dudé de si esa era mi casa o una casa idéntica a la mía, y mientras subía temí que todo muchacho, igual a mi estuviera en mi cuarto, o el cuarto idéntico al mío, y soñándome subiendo la escalera de caracol.

Di la última vuelta, abrí la puerta y allí estaba él, o yo, todo iluminado por la luna llena, sentado en la cama con los ojos bien abiertos. Nos quedamos un instante mirándonos, sorprendidos. Nos sonreímos. Sentí que la sonrisa de él era la que tambien tenía yo en la boca.

Parecía que nos estuviéramos mirando en un espejo. "¿Quién sueña a quién?"- exclamó uno de nosotros, o quizás ambos simuntaneamente. En ese momento oímos pasos en la escalera de caracol: de un salto nos metimos uno en otro y así fundidos nos pusimos a soñar quién venía subiendo la escalera de caracol, que era yo otra vez.



PD: Esta historia va dedicada a VolVoreta, porque cómo se que no entiende ni "mu" de deportes, pues algo que no vaya de deportes.

Posteado por: Ángel

2 comentarios:

Vitalnn dijo...

Eres tremendo, nene.

VolVoreta dijo...

Caramba Ángel! menuda historia bonita y original de verdad. Estoy tan alucinada que no sé si soy yo la que escribe o la que está sentada a mi lado :)
Lo de dedicarme la entrada me ha dejado KO (como en boxeo)...totalmente emocionada, con el corazón latiéndome a mil y sin saber qué decir. Es todo un detalle que no olvidaré...lo más bonito que me ha pasado en la red. Mil gracias cielo.
Aunque no entiendo de deportes te voy a enlazar...te lo has "bien ganao"!

Te dejo besotes y una sonrisa.